La pandemia esencialmente ha arrojado a los contratistas al extremo de la competencia y ha demostrado la efectividad del software de gestión del flujo de trabajo digital, el seguimiento del progreso en tiempo real y la optimización avanzada de la programación, todo lo cual McKinsey anticipo el aumento del uso y las inversiones.

McKinsey descubrió que los diseñadores e ingenieros confían en herramientas de colaboración digital como BIM aún más ahora. Los principales contratistas utilizaban simulaciones 4D y 5D para optimizar la programación de trabajadores y envíos, mientras que los gemelos digitales se utilizan cada vez más temprano en los proyectos y duraban a través de su comisión.
«La construcción modular es más que una opción rápida para la entrega de proyectos», escribió McKinsey. Los entornos controlados para la construcción no se podían crear en el sitio, por lo que es probable que la construcción modular tuvo más sentido en un mundo de interacción y movimiento restringido. La construcción fuera del sitio permite menos trabajadores y menores riesgos de construcción, y se alimenta bien en BIM. Por estas razones, McKinsey esperó un aumento gradual en la fabricación fuera del sitio.

Cuando comenzó la pandemia, las tecnologías también habían evolucionado. Las compañías de software habían introducido productos y sensores para detectar cuando los trabajadores no mantenían las prácticas de distanciamiento social o para limitar un espacio de trabajo a sólo un puñado de trabajadores. Otras prácticas nuevas, como las inspecciones de sitios virtuales, podían mejorar la seguridad y acortar el tiempo necesario para realizar trabajos.

La comunicación y la colaboración en línea han sido cruciales durante la pandemia y, como se habían demostrado la eficiencia del trabajo desde casa, ciertos aspectos pueden permanecer integrados en la construcción en el futuro, según McKinsey y otros.

United Rentals, la compañía de alquiler de equipos, desarrolló simuladores de realidad virtual para capacitar a operadores de equipos pesados. Ahora, según el director de la Academia Unida de UR, Bal Guerrero, la compañía había desarrollado evaluaciones prácticas remotas y esta en proceso de validarlas con asociaciones de la industria. Los instructores podían ver a los operadores de montacargas a través de cámaras montadas y evaluar de forma remota si estaban preparados para el campo. Esto en la actualidad, continua siendo útil cuando los contratistas necesiten certificaciones, pero los instructores no estén disponibles para evaluaciones en persona.