Una instalación eléctrica segura y confiable es aquella que reduce al mínimo la probabilidad de ocurrencia de accidentes que pongan en riesgo la vida y la salud de los usuarios, reduciendo asimismo la posibilidad de fallas en los equipos eléctricos con que se cuenta, evitando la consiguiente inversión de dinero necesaria para su reparación o reposición.
La confiabilidad de una instalación eléctrica la brindan tres parámetros:
- Un buen diseño.
- El uso de mano de obra calificada y certificada al momento de realizar la instalación.
- El uso de materiales adecuados y de calidad garantizada (que cumplan las normas técnicas y reglamentos vigentes) en la instalación.
Con el paso del tiempo, los problemas típicos que se pueden presentar en una instalación eléctrica son el incremento de la carga eléctrica de nuestra instalación y el deterioro de los elementos que la conforman, ocasionando fallas en la instalación que se pueden traducir, entre otros, en accidentes eléctricos. Otro hecho que garantiza la seguridad de nuestra instalación eléctrica es la vigencia de los materiales que estamos usando en ella. En este aspecto debemos tener presente que la vida útil de los cables eléctricos
- Son encargados de transportar la energía en la instalación
- Es de 20 años, siempre y cuando:
- Sea un producto de buena calidad
- Haya sido correctamente dimensionado para la cantidad de artefactos que va a abastecer de energía
- No haya sido sobrecargado durante su utilización.
El incumplimiento de cualquiera de estas situaciones disminuye de manera importante la duración, por esta razón es recomendable que se revise el diseño de cualquier instalación que este próxima a cumplir los 20 años desde su puesta en funcionamiento, volviendo a hacer el análisis correspondiente y cambiando los elementos que la conforman.
(Fuente: Construcción e industria)
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