Es una de las dudas frecuentes que asaltan hoy en día, cuando abordamos el proyecto de reforma integral de una vivienda: ¿Unimos sala y cocina u optamos por independizarlos? la opción cocina y sala en un mismo espacio, siempre que las características de las viviendas lo permiten. Eso no significa, en todas las ocasiones, ambientes completamente unidos. Hay muchas formas de crear una cierta independencia sin renunciar a esta opción que tantas ventajas tiene en la distribución de una vivienda. ¡Te mostramos algunas opciones!

Si algo nos enamora de este tipo de soluciones es precisamente las posibilidades que dan de vivir los espacios en compañía. Huimos de aquellas cocinas cerradas en las que quien cocina se siente aislado del resto de la actividad de la vivienda. ¡Compartir es vivir! Y lo que pretendemos con nuestras reformas es siempre ambientes con vida. En este caso, la isla, en la que hemos ubicado la zona de cocción, nos permite conectar la cocina con la sala a una zona de barra.

Una cocina abierta a la sala, pero que tenga una mínima separación con la zona del pasillo. Para dar solución a esta necesidad, se opta por instalar una carpintería con cuadrantes a modo industrial que ha dado un resultado excelente. Lo que en principio parecía un inconveniente se ha convertido en una de las señas de identidad de esta luminosa vivienda.

Al haber un mayor espacio abierto hay más posibilidades de que exista más luz. Con mayor probabilidad dispondremos de grandes ventanas para iluminar la habitación durante gran parte del día. Renunciar a la luminosidad que aportan, teniendo en cuenta, además, que ni la cocina ni la sala contaban en este caso con una gran superficie. Las cocinas cerradas requieren de más espacio. Si disponemos de una casa grande esto no es un problema, pero si vivimos en un pequeño apartamento, ¡cada metro cuenta!

Si hay un elemento que nos permite en muchas ocasiones que la cocina y la sala compartan espacio con una sutil intimidad, ese es sin lugar a dudas la barra. Si hay la distribución correcta, se podrá ver con más amplitud a la cocina y a la sala con una barra de separación que comunica ambas estancias. El resultado, ¡excelente!: unión de espacios con cierta independencia visual.